El despertador lo había puesto para las 6am, pero al sonar y escuchar
una pequeñas gotas golpeteando contra el techo, mi mente interpreto que
debía seguir durmiendo, pero pasado un tiempo se habrá olvidado que
abrí los ojos, mire por la ventana y al ver que el cielo seguía ahí a
punto de estallar, pero que no llovía, me levante, me bañe y desayune un
rico yogurt con cereales con acompañado de un vaso de jugo natural de
naranjas.
Optimo para salir a rodar, me cargue la mochila y
fui en busca de mi compañera, elongue y Salí camino a la estación, que
al llegar por la cantidad de gente calculaba que debería estar por
llegar.
Ya arriba de este que me llevaría hasta la
estación de PALOMAR, empecé a sentir ese nerviosismo de felicidad,
porque nunca me imagine que en mi vida llegaría a hacer algo semejante a
lo que estaba por ocurrir.
El primer icono de la localidad de Palomar es el colegio militar de la nación
,
así que lo tome como punto de partida, avanzando por la avenida Rosetti
desemboque en lo que es arteria principal de Ciudad Jardín, un pequeño
barrio compuesta en su mayoría por chalets y en esta arteria como otra
que es la Av. Wernicke edificios construidos hace ya mucho tiempo atrás,
sabiendo que en 1580 Garay entrega al Capitán Ocaña las tierras donde
este pintoresco barrio se encuentra.
Siguiendo la calle
Boulevard San Martin al llegar a la intersección de la calle Los
Jacarandaes, es imposible no chocarse con la famosísima plaza del Avión.
Siendo
las 8.18am llegando a la intersección de la calle Balbín con Zeyen
empezó a llover de una forma que tuve que buscar resguardo bajo un
techo, una vez que amaino un poco, me puse el piloto, ya al llegar a la
Av. Perón viniendo por Balbín con lo primero que se chocha uno es con
esta gran fabrica mucho tiempo atrás era propiedad de la familia Macri y
se llamaba Sevel en la cual se construían los autos de marca Fiat en
la actualidad opera otra automotriz.
Por la Av. Perón
avance buscando la calle Sabattini donde me encontré con el Instituto
Superior de Periodismo Deporte que para que los que entienden de futbol
dentro del plantel docente esta Walter Nelson y para los que alguna vez
escucharon Basta de Todo en la metro Roman Iucht
Tomando
por la calle W del tata en la cuadra del 4700 se encuentra el paseo de
la salud que hoy feriado estaba cerrado, es una galería donde hay
diversos consultorios, pero es muy hogareño,
Al
llegar a la plaza de Caseros me encontré con los despojos de una
batalla campal, que por suerte fue producto del espíritu carnavalesco.
Di una vuelta y fui a un antiguo mural que había visto en la
municipalidad, que en estos tiempos uno por ahí se queda un tiempo
mirándolo y pensando en la vida de esos chicos de 18 años que sin saber
absolutamente nada fueron al frente y dieron todo.
Retomando
la calle Sabatti pero camino a Santos Lugares, al llegar a la
intersección con la calle Perdigueros dobla un muchacho con su bicicleta
playera y al escuchar mi bicicleta me da paso, le doy las gracias y él
me responde –No es nada, la tuya es más rápida.
9 am y el sol comenzaba a liberarse de las nubes cuando la catedral de Lourdes
me
dio la bienvenida a Santos Lugares, pase por la plaza, la estación y me
diriji a un lugar donde no hace mucho tiempo velaron a alguien muy
importante de la literatura argentina.
Estaba
ahí, mirando un viejecito me miraba, cuando a mis espaldas las palabras
ajenas a mis manos escuche “ya anciano y frágil la enfermedad de
Matilde y la inesperada muerte de su hijo Jorge deben haber quebrado sus
defensas. Cada día era un poco menos el mismo, su mirada opaca no iba
mas allá de las plantas del jardín, los estantes de la biblioteca y los
cuadros de la pared” y al darme vuelta, la vi, la casa del maestro que
nos dejo El Túnel.
Con emoción en los ojos, rodé hasta la localidad de Saenz Peña ultima comarca provincial de lo que se considera el noroeste.
Habiendo entrado en territorio capitalino, no pude resistirme de andar por una calle donde su nombre me despierta aventura
,
iba camino a lo que denominan LA MANZANITA, pero antes pase por la
escuela especial Bartolomé Ayrolo y ahí sin más me desplace hasta la
plaza Arenales, donde se pueden ver la escuela principal y el Hospital
Abel Zubizarreta y para lo que mi fue un descubrimiento antes no visto,
fue un mirador.
El
vagón restaurant siempre ahí en la estación esperando a sus comensales,
llegando a las calles Nueva York y Av. Lincoln me encontré con cuatro
casas de estilo ingles y la vuelta de esta con el Instituto Nuestra
Señora de la misericordia.
Pariendo para el barrio de
Villa del Parque previamente pase por la plazoleta Elena Roffo, habiendo
pasado por la estación, fui directamente a esta este simpático
edificio
y
desde ahí un pequeño barriecito que recuerdo daba de nombre, ya que en
mis primeros meses de trabajo tuve que a un cliente por ahí muy cerca.
El
barrio Rawson se encuentra dentro del barrio de Agronomía y es
considerado no oficial, está constituido por casa que en momento que
fueron construidas se consideraban baratas y por otro lado por una serie
de edificios, de los cuales uno consta de una particularidad, que allí
vivió otro maestro de la literatura y lo cito
“¿Encontraria a la maga?“
Y
ese momento se lo dedico a Juan Pablo Villarino que junto a La maga y
su novia Laura Lazzarino andan vagando por tierras latino americanas.
Yendo
la parroquia San Juan María Vianney hice un desvió adentrándome en lo
que se conoce como agronomía, encontrándome con estos hermosos
girasoles criados en cautiverio, como así también un mural.
Costeando
todo el predio de la facultad de Veterinaria, llegue camino sin
continuación, pero no por hace años ya se construyo un túnel para
vehículos y un cuente tanto peatonal como para bicicletas.
Desde
las alturas veía una de las dos piletas que tiene el club de Argentinos
Juniors, al volver a tierra firme me fue inevitable no quedarme unos
cuantos minutos mirándola, recordando mis años como miembro del equipo
de natación del colegio de cual me egrese y sobre todo anhelado con
volver a nadar.
Saliendo del transe, empecé a
andar de nuevo cuando yendo por la Av. Chorroarin me encontré con el
Hospital Turnu, cuando entro al predio al sacarle una foto a un virgen,
el hombre de seguridad que estaba en la entrada me dice que no puedo,
una verdadera lástima porque en lo que es el predio hay unos lindos
jarrones para fotografiar.
Yéndome un poco enojado por la actitud,
ya que mi acción no perjudicaba a nadie, me fui por la calle Tronador
hasta la Av. Triunvirato, pero antes, al mirar hacia mi izquierda me
encontré con simpático grafiti
Al llegar a la intersección
de la Av. Triunvirato y El cano, cruce el paso a nivel desembocando en
el paredón del cementerio de Chacharita
al cual entre uno metros para que en otro momento recorrerlo más detalladamente.
Cuando
a uno de chico le hablan de la Av. Corrientes, escucha maravillados,
cuando uno la transita de noche se empieza a sentir más grandes, pero la
verdad déjenme decirle que es muy emocionante llegar a ella habiendo
surcado varias kilómetros con la tracción de nuestro propio cuerpo, hice
una parada en el parque los andes, lugar que veo todas mis mañanas
cuando bajo del tren para ir a mi trabajo y al ver unos niños jugando,
pensé que así debe ser la infancia de todo niño sobre la tierra así que
ahí iba yo, cuando al llegar a la intersección de la Av. Scalabrini
Ortiz, me detuve a saludar al maestro Pugliese, que como dato extra la
estación de subte que antes de llama solamente Malabia, actualmente se
llama Malabia-O. Pugliese.
Antes
de volverme escritor, lector y uno de los lugares al que siempre acudía
en busca de alguna joya perdida, era el mítico Parque Centenario y hoy
no fue la excepción, así que me desvió unos metros y llegue para
encontrarme con la Parroquia nuestra señora de los dolores y un Skate
Park donde es muy grato ver como los niños se divierten sanamente, lo
que me encontré sin saber que existía es con este con mural donde se
grafica a los aborígenes y los animales de ese entonces
Retomando
la calle corrientes fotografié la Iglesia Sacramento ubicada en el
barrio de Almagro, pase por el barrio de abasto donde lo que
anteriormente era el mercado hoy un centro comercial, igualmente su
arquitectura como la historia que hay en las calles aledañas no deja de
ser fascinante y desde ahí sin hacer ningún otra parada, me fui hasta el
Congreso Nacional
donde día a día mujeres y hombres se disputan por nuestras leyes.
Desde
allí tome la Av. de Mayo para detenerme en uno de los edificios más
emblemáticos de la zona el Barolo, luego por la calle Libertad llegue
hasta el palacio de Justicia,
para luego cruzarme en frente ver el Teatro Colon
el cual muy bonito de luego del sacrificio de hombres y mujer en el 2010 reabrió sus puertas tras una fuerte restauración.
Y
finalmente tras cuatro horas de pedalear llegue al kilometro 0 como es
considerado el lugar donde está ubicado el famosísimo Obelisco,
desde
ahí fui hasta el cabildo y la plaza de mayo que para ese entonces mi
corazón latía mil por hora, me quede unos 10 minutos contemplando la
casa de Gobierno,
seguí los últimos tramos como fue pasar por la tumba de Manuel Belgrano y en busca de la pequeña Mafalda.
Muchas
veces y con diferentes personas he cruzado lo que para mí es la obra de
ingeniería más hermosa, el PUENTE DE LA MUJER, pero hoy no puedo evitar
que lagrimas de emoción corran por mi rostro.
Costo
llegar hasta acá, pero haber vivido esta experiencia no solo me deja
imágenes, emociones varias, sino que me dan la pauta de que uno puede
llevar acabo todo lo que se proponga, que el miedo lo único que hace es
estancarnos y no dejarnos llevar acabo nuestro sueños, pero que si se
pone voluntad y compromiso no hay nada que nos detenga, por mas
obstáculo que se interpongan en nuestro camino.
Cada
centímetro de mi cuerpo siente la fatiga de haber recorrido 50
kilómetros, pero en la cuesta de la vida no hay límites, así que ya
veremos para donde orienta la brújula donde encuentre más cosas por
mostrar y contar.
ABRIENDO CAMINOS.
20.2.12
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