Como habíamos pactado con Charlie estuvo a las 6.30am.
Subí
al auto un mini 147, al llegar a la terminal de ómnibus le regale una
copia de mis Crónicas Desveladas, nos saludamos, entre
, desayune y con una hora de demora llego el micro.
Por suerte al subir, me encontré con la grata noticia de que me tocaba la ventanilla,
a
un hora surcar la ruta el sol atravesaba con intensidad la ventana e
impactaba en las hojas de la guía que leía mi compañera de fila,
entonces corrí un poco la cortina y esbozo una pequeña sonrisa León
Gieco decía “La cultura es la sonrisa que brilla en todos lados
en un libro” pero yo agrego que es el lenguaje universal, tan es así
que cuando bajaba del mirador del memorial de Martí, había un bebe
haciendo morisquetas y todos los presentes ( Alemanes, Franceses y yo
Argentino) nos unimos en comunión mediante una sonrisa.
Volviendo al momento actual el paisaje rural toma el protagonismo,
son
las 10.16am y en la radio suena Color Esperanza, pienso en la gente que
lucha todos los días como mi amiga Verónica a quien tengo más presente
en este momento.
11.07am cómplices, amigos del alma, se
los extraña muchos y para recordarlos me puse a escuchar la canción que
les regale y brotan lagrimas, pero ahora también por que dejo gente muy
buena en La Habana a los que espero ver antes de volver a casa,
igualmente ya viajan en mi corazón. Por que las amistades no es cuestión
de años, sino de conexión, afinidad, compartir desde lo mas mínimo como
es una charla o algo grande como un momento importante, el
compañerismos a lo que nosotros le decimos aguante y actitudes.
Y esas son las personas que se quedan en nuestra vida más allá de la distancia.
En
un momento uno de los acompañantes avisa algo y como la chica a mi lado
no entiende, me pregunta en si ingles fluido, le respondo y empezamos a
hablar. Yo como podía, ella muy desenvuelta.
Al llegar a CIENFUEGOS cada uno tomo su rumbo y allí iba la joven Kerstein, doctora y de Berlin.
Habiendo
preguntado y caminado ocho cuadras llegue a la casa que Anabel me había
recomendado, al instante que llegue la señora Norma me atendió de mil
maravillas.
Luego de almorzar en la cafetería, Salí a caminar con un destino marcado, pase por el Malecón
y llegue al Palacio Azul,
seguí
hasta el Club Cienfuegos
, cuando tuve que refugiarme en una parada de
colectivo al desatarse con mucha fuerza una lluvia pasajera,
encontrándome a mi espalda con una plantación de plátanos.
Una
vez que amaino seguí camino, pero a pocas cuadras otra nube desato su
fuerza y sin saber para donde correr, al darme cuenta una familia me
hizo pasar a un pequeño techo, hablamos un poco de todo, lo que rescato
es que cuando le contaba a la señora que en argentina hay personas que
carecen de estudios, ella me explico que cuando eso le pasa a un niño,
la policía va a hablar con la familia y si no tiene familia, los acogen y
les dan educación.
Como la Av. se cortaba contra el agua
sin continuación alguna
, volví tras mis pasos sacando fotos a
edificaciones y/o casas que captaran mi atención.
Mientras
Norma me registraba porque ella está en el sistema de casas oficiales,
me conto que tiene un hijo en España y otro en Canadá, a lo que yo le
pregunto como hicieron?
Al de España le mandaron una carta
de invitación para ir a Francia, pero se desvió y el de Canadá tras
cumplir grandes y dificultosos requisitos logro que la embajada de
Canadá lo admitiera.
Ya en mi habitación descanse hasta
que estuvo la cena lista, al bajar y llegar al comedor, no podía creer
lo que mis ojos veían, no le saque una foto porque me daba vergüenza
pero había dos patas de pollo en salsa, una plato con tomates, uno de
papa, otro con repollo blanco y otro con arroz y como no podía ser menos
la calidez, una banana de postre.
Son geniales las imagenes y, además, con suerte..a mi tambien me gusta el lado de la ventanilla. Un buen reltato. Me ha gustado. Besos.
ResponderEliminarche, está lindo el recorrido y las fotos que tomaste, pero ¡como manyás!!
ResponderEliminarsaludos
Me encanta Cuba la he visitado en varias ocasiones, y siempre me sorprendió gratamente, un saludo y volveré por tu casa.
ResponderEliminarUna crónica especial de Cuba. Gracias y que lindas fotos. Felicitaciones, esperamos más.
ResponderEliminar¡Ojo con la comida, vas a engordar!!
Un beso.
mariarosa
Gracias por visitarme.
ResponderEliminarTodo un viaje el que estás retratando!
Abrazo.
me quedo viajando por aquí, gracias por tu visita, ;)
ResponderEliminarNo he estado en Cuba, aunque tengo un primo que me ha hablado maravillas de esa tierra y de la hospitalidad de sus gentes. Que lo disfrutes.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
ibso
Que lindo estamos recorriendo Cuba, así lo siento a través de tu cálido relato, sigue siendo una cuenta pendiente y tu me estas dando cada vez mas ganas.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo.
Feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn saludo cordial.
Iván, tuve un sobresalto con la segunda fotografía, la del cartel en el puesto de espera, al tener un corte por tu ventanilla, me pareció que la gente estaba al borde de una pared blanca que bajaba como precipicio, luego me di cuenta de que estaban al costado del camino. Qué susto! Muy buena muestra de tu excursión! Abrazo.
ResponderEliminarNo sé por qué pero las carreteras se me parecen a las de Estados Unidos.
ResponderEliminarUn reportaje hermoso y muy completito.
Un abrazo y gracias por la visita.